pablo Casado se ha dejado en el camino cerca de cuatro millones de apoyos y ha llevado con ello al Partido Popular a sus peores resultados de la historia. Se escudará en la fragmentación del voto debido a la irrupción de Vox, pero la realidad es que ni tan siquiera la fuga de esas dos millones de papeletas justifica la debacle que ha sufrido el PP. Haría bien en buscar buena parte de la fuga de sufragios en la derechización que impuso en un partido que antaño fue capaz de seducir a un buen sector del centro, algo que sí supo hacer Albert Rivera, capaz de sumar en tiempos en los que la derecha estaba llamada a restar. FOTO: Casado, votando ayer | efe