tres mil metros cuadrados son muchos. Es cierto que no dan para hacer una réplica del Palacio de Buckingham (los reyes británicos, que son muy suyos, ocupan un caserón de unos 77.000 metros cuadrados), pero son un espacio suficiente como para albergar muchas dependencias y personal. Y ese es el espacio que desde hace un año espera en la remodelada Fábrica de Tabacos, que los responsables municipales le den un uso. En su momento se planteó que en ese inmueble podrían reubicarse todos los servicios del departamento de Urbanismo que ahora mismo están desperdigados por la ciudad. Una buena idea (lo que demuestra que hasta los mareantes pueden a veces tenerlas) que, sin embargo, no se lleva a cabo, tal vez por el hecho de que el responsable de las obras haya sido la Xunta de Galicia. El Ayuntamiento se puso farruco y exigió, por ejemplo, un acceso independiente para su parte del inmueble. Lo que parece que no saben los responsables del urbanismo coruñés es que el edificio es un bien catalogado y la ley impide que se abran puertas allí donde se lo sugiere el capricho al concejal de turno. En fin, así nos va. FOTO: Imagen del interior de la fábrica de Tabacos | aec