Libertad de expresión en tiempos difíciles (y II)

Y, casualmente, de esta sutil y orquestada operación suelen salir favorecidos quienes están matriculados en el tecnosistema dominante que hoy presume de monopolio de certificado de buena conducta democrática.


Pues bien, frente a tanta censura: libertad, libertad y libertad; pluralismo, pluralismo y pluralismo; respeto a la diversidad, tolerancia positiva y menos prepotencia, menos autoritarismo, menos fundamentalismo y menos totalitarismo. Aunque no nos gusten las opiniones ajenas, tenemos que acostumbrarnos a convivir con ellas en un ambiente abierto, plural, dinámico y complementario siempre, claro está, que no supongan apología de la violencia o agresiones directas a las convicciones más íntimas de las personas.


Ciertamente, no son buenos tiempos para las libertades. Por eso, la lucha por su realización se presenta como tarea apasionante para quienes aspiren al libre pensamiento, a la visión crítica y a expresar sus propios puntos de vista con pleno respeto a las ideas y convicciones de los demás.


Hoy, en tiempos de pandemia, en un momento en que se cierne sobre nosotros, como antaño, la deriva totalitaria y autoritaria, ojala que los ciudadanos se entrenen cotidianamente en la práctica de las libertades, Nos va mucho, muchísimo en ello.

Libertad de expresión en tiempos difíciles (y II)

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