Y el tango sigue con “y como se agranda la herida”. Aquí el problema, queridos lectores, es que las obsesiones de Albert Rivera por el poder sirve de plataforma de Vox para llevar al país a las catacumbas.
Ciudadanos, que nació para luchar contra los independentistas catalanes y pasó de socialdemócrata a liberal; al tiempo que iba perdiendo fuelle, compromete más y más a su socio –el Partido Popular– a escorarse todavía más a la derecha.
Gracias a ellos, el trío de Colón, el chiste-editorial de El Roto, es una verdad indiscutible: “A partir del recuento de votos, los votantes no cuentan”. Y eso, los pactos bajo cuerda, los vetos, las fobias y filias, forman un puzzle que no tiene nada que ver con l decisión de los ciudadanos ante las urnas.
Y ahí aparecen las trampas, las mentiras, la basura. Esa soflama de “los pactos de la infamia”, que para los de Albert Rivera son cien, se convierten en cien mentiras.
La única verdad es que tanto, primero Manuel Valls, luego Emmanuel Macron y ahora en sus filas, en el corazón del partido (la ejecutiva, los fundadores) huyen despavoridos. Lamentan el engaño, dicen, pues el partido que conocieron no se parece en nada al de hoy en día.
Y lo explican: ni liberal, sino azul al mezclarse con Vox; ni regeneraciones al apoyar al partido de Gurtel y la Púnica ni reformista al pactar con quienes quieren una España donde campaba la Inquisición.
Ahora, y son muchos y muy importantes, se lamentan de haberse embarcado en ese barco sin rumbo que dirige Albert Rivera. Y es que sus mañas no consiguieron ni llegar al gobierno ni, tampoco, liderar la derecha. Fracaso total que pagan los suyos, y de rechazo los españoles del común.
Después de todo lo visto y oído la cantinela del PSOE pidiéndole a Cs el apoyo, a través de la abstención es deprimente y además ridículo.
¿Está dispuesto Sánchez en pactar con quien le insulta –a él y a los militantes en general del PSOE– y formar gobierno con un partido que ya hizo planes (los documentos firmados con la derecha) que son incompatibles con la izquierda.
¿Aquí vale todo? No escuchó eso de “con Rivera no” de quienes le votaron o valen más los cantos de sirena que le llegan desde los poderes económicos y mediáticos. ¿Es mentira que el PSOE representa a la izquierda. ¿Tienen que lamentarlo los que les votaron?