Primero, y vale la pena, un chiste-editorial de El Roto en El País: “les hemos cebado con himnos y banderas. La pesca será abundante”, le dice un prócer a otro que contesta: “magnífico…”.
No me pueden negar ustedes que entre separadores y separatistas han conseguido llevar a este viejo país a la situación en que vivimos hoy, principios de octubre , y adentrados ya en la campaña electoral que se avecina para diciembre…Y, en medio de este batiburrillo de banderas, himnos y declaraciones de patriotismo, el PP, por boca de su secretaría general, pone el epitafio, justificando el mal resultado en las elecciones catalanas: “nosotros nos encargamos del futuro de España..” o sea, de su finca, su significado de patria, un lugar donde desde la cruz hasta la firma está trufado de aprovechados que, tomando al asalto las administraciones del Estado, campan sobre la vieja pie de toro, a pesar de ir de derrota en derrota hasta la caída final.
El PP en Cataluña es un partido residual, un mérito ganado a pulso en la calle –cuando aconsejaban no comprar productos catalanes– o en las instituciones cuando acudían a la justicia para lograr lo que las urnas les había negado…
Y ahí en medio, delante o detrás, está Mariano que, cuando le interesa de forma partidaria, habla de la lista de perdedores, si la suma de sus contrarios supera al resultado propio o pide ayuda si las cuentas le salen torcidas o la ley electoral –una jugada maestra para mayor gloria de los partidos mayoritarios – le sale “rana”.
Y a eso le podemos añadir el gran drama del PP: nadie le quiere de compañero de juegos. Unos le rechazan y otros, como el caso de Ciudadanos –una copia modernizada de la derecha de siempre– que le vuelve la espalda por carcas…
Y todo esto lo ganó a pulso Mariano cuando, en un país donde la Constitución reconoce las peculiaridades del País Vasco y Navarra, regatea a otros un trato similar o, al menos, pone en valor las peculiaridades que ya han sido reconocidas, como es en el caso de Galicia.
Y, ahora, a Mariano le “sale” un feroz enemigo: Aznar. Aquel que hablaba catalán en la intimidad y que fue del brazo de Pujol y Más, mientras le convenía y que ahora (un tal Palomo lo confesó en 13-TV) apuesta por desbancarlo en favor del tal Casado…
Mariano ¡llama a la ONU! ¡Pide ayuda a Merkel que van a por ti…!