El parque de bomberos de A Gándara sufre importantes desperfectos que amenazan el correcto desarrollo del trabajo diario de sus efectivos. La situación es fruto de muchos años de dejadez, pero eso no impide que la responsabilidad recaiga totalmente en el actual gobierno municipal. Habrá que enviar a los técnicos, estudiar la situación y establecer un orden de prioridades para ir adecuando las instalaciones al nivel exigible. Parece que algo ya está previsto en este sentido, pero conviene no demorarse y actuar con diligencia. En un Ferrol plagado de derrumbes y de “agujeros”, el Concello no puede dejar más frentes sin cubrir.