RAMÓN Espinar derrotó a las despechadas –que no es calificativo referente al tamaño de los senos de Rita Maestre y Tania Sánchez, sino a que ambas ex eran las cabezas de lista– y ya es el amo y señor de Podemos en Madrid, con permiso, claro está, de su jefe, Pablo “Viva la Gente” Iglesias. El desenlace de las primarias confirma que colocar a un especulador inmobiliario –aunque aún tenga poca experiencia– al frente de una candidatura da muchos votos. Y, por supuesto, también evita que Iglesias tenga que convocar una protesta para rodear la sede de Podemos por el resultado injusto de las elecciones.