Que las cuestiones políticas se desmadran entre unos partidos y otros se da por supuesto y no es exclusivo patrimonio de la cosa pública de este país. Sin embargo, de ahí a que un político confunda términos que se le supone que conoce, si no sobradamente sí al menos someramente, ya es otra cosa. Y si no es así, baste el ejemplo de ayer de la primera teniente de alcalde, secretaria general de los socialistas ferrolanos y abogada, a la hora de descalificar la gestión del presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, José Manuel Vilariño. Y es que no solo confunde Beatriz Sestayo la facturación con los beneficios –términos bien diferenciados– sino que tampoco aporta datos detallados o que al menos expliquen sus peculiares valoraciones. El caso es sembrar, que algo siempre queda. Para un profano en la materia, la duda quedará; para quien entienda algo, esta no existirá, al menos en cuanto a los conocimientos económicos de la contumaz política.