LA alcaldesa de Lugo, la socialista Lara Méndez, pupila favorita de José Ramón “O Garañón” Gómez Besteiro, lo hace tan mal, tan mal que por su ciudad nadie entiende cómo no se ha pasado aún a la Marea de la Muralla. Empeño no se le puede negar, pues se entrega hasta la extenuación para que la xente do común la acoja en su seno. El último paso hacia el transfuguismo lo ha dado gracias a la diligencia con la que se trabaja en el Concello en el que ella manda. Ducias e ducias de propietarios de viviendas situadas en el casco histórico que piden las subvenciones de la Xunta y del Estado para instalar ascensores se quedan si ellas al no obtener la licencia de obra municipal, ya que transcurren de media dos años entre la solicitud y la concesión, con lo que el plazo ya expiró. ¿Merece ser candidata de la Marea o no?