los politólogos afirman que buena parte de la campaña electoral se va a desarrollar en torno a Cataluña. Es decir, que, una vez más, los secesionistas van a marcar con su desafío la agenda del resto de los españoles. De hecho, a estas alturas ya hemos escuchado las soluciones que todas las formaciones darían al reto indepedentista. Y, sin embargo, es posible que esto sea un gran error, ya que según un sondeo conocido ayer, más de la mitad de los catalanes reniegan del procés. La cuestión es que la insistencia de los políticos nacionalistas de centrar toda su acción de gobierno en lograr la independencia ha terminado por aburrir hasta a los suyos, que ven como el resto de problemas que padece la comunidad parecen de segunda frente a la declaración de la república. Ahora solo falta que este hartazgo se refleje en los resultados electorales, tal vez con un revolcón en los comicios, cambiarían su actitud.