lo dijo el testigo: Mi función era política. ¿Contabilidad, dinero…?. No. Solo política. Tomen nota: los éxitos económicos del Gobierno no tienen nada que ver con el señor que actuó como testigo en asuntos de corrupción.
Él, veintimuchos años en el Partido Popular y un siglo en el Gobierno, solo se ocupó, se ocupa, de la política. Así pues el éxito económico de la España de que él presume, es cosa de otros. Y la situación política de España…ustedes mismos.
Hubo impertinencias y cosas pertinentes, según querían unos y otros. El espectáculo del abogado de Bárcenas haciendo de abogado de Rajoy. Un Rajoy que pasaba de un “no puedo precisar”, al “no tengo ni la más remota idea”.
A veces se acuerda perfectamente –de lo que le conviene– y en otras no es capaz de precisar. Nadie puede creer que echase a los jefes de la Gurtel de Génova y no impidiera que “se lo trabajasen” en Galicia, Madrid, Valencia, etc.
A pesar de ejercer “una función política” en sus intervenciones como candidato en televisión presentó gráficos con apuntes económicos. Él, que no sabe de economía, ni de cambio climático, ni el nombre de los militantes ya juzgados y condenados “por hacer cosas feas” –en palabras de Manuel Fraga–, que tampoco, al igual que sus compañeros en el partido gallego, que ahora nadie recuerda al que fue secretario General de Organización del PP en galicia que venía (según confesó él mismo) con dinero de Madrid en carpetas con gomitas para pagar deudas, según una carta que se mostró en la comparecencia de Rajoy en la función judicial del pasado miércoles.
Mariano tampoco puede precisar cuándo conoció a Correa y a Crespo. De su viaje a las islas, con la familia, a las islas “hasta lo que sabe” lo pagó el partido.
No sabe cuánto dinero era, ni cómo fue, pues tampoco sabe ahora quien le lleva de acá para allá. El presidente del partido, a la vez cargo en el Gobierno, dijo en sede judicial que en las reuniones del Comité Ejecutivo nunca se hablaba de dinero; jamás se discutían las cuentas.
No puede saber (pese a todos sus altos cargos) si se cobraban pagas extras a los altos cargos.
Acabemos que da risa y rabia a la vez. Mariano Rajoy únicamente sabe que nada sabe. A veces no tiene ni la más remota idea y en otros casos solo se enteró por los periódicos, y manda sobre cuarenta y siete millones de ciudadanos. ¡Socorro!