El Rallye de Ferrol se ha trasladado desde el cálido final del verano a los lluviosos inicios de la primavera. Pero la esencia de una carrera, que se ha ganado a pulso estar entre las mejores del Campeonato de España, no ha variado ni un ápice. Con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación, la Escudería A. Ferrol ha llevado una vez más a buen puerto la titánica tarea de organizar un evento que el año pasado llegó a movilizar a más de 40.000 espectadores. Durante el próximo fin de semana, los aficionados al mundo del motor tendrán la ocasión de disfrutar de unos tramos selectivos y que pondrán a dura prueba las habilidades de los distintos equipos participantes. Y es que a pesar de su dureza, el Rallye de Ferrol ha conseguido una vez más que no falte nadie a la cita. Cristian García, Pedro Burgo, Sergio Vallejo, Iván Ares, Gorka Antxustegi… Una lista larga y variada con la que será difícil hacer una apuesta sobre la composición del pódium final. Porque otra de las grandes virtudes de Ferrol es que resulta imprevisible. Los giros en la clasificación se producen constantemente y vaticinar quien será el vencedor final es muy arriesgado. Un aliciente más para disfrutar con esta gran prueba. El viernes fue la presentación oficial. Aunque pueda sonar a algo trillado, la palabra más mencionada fue “seguridad”. Los rallyes han sufrido mucho. El año pasado especialmente amargo fue el grave accidente que sucedió en Carral. Son un deporte de riesgo, donde se hace necesaria la colaboración de todos para que al final no haya que lamentarse. Y ese todos incluye también al público asistente. Hacer caso de las indicaciones de los miembros de la organización debería ser una norma que nadie pusiera en duda. Es necesario que todos pongamos nuestro grano de arena para que el rallye sea una fiesta. Como también lo ha puesto una vez más la empresa privada que se ha implicado con la organización de la carrera. Unos patrocinadores fieles que se han convertido por mérito propio en un miembro más de la familia del automovilismo gallego y nacional. Tampoco nos podemos olvidar de las instituciones públicas. Da igual el color de quien gobierne, todos son conscientes de la gran importancia que el rallye tiene para la ciudad y para toda la comarca. Un buen tándem que esperemos no pinche ahora que se vislumbra ya tan cerca la meta del cincuenta aniversario.