EL alcalde coruñés, Xulio Ferreiro, tiene un problema muy serio: los okupas de la Comandancia de Obras. Evidentemente, el regidor quiere evitar, cueste lo que cueste, la foto de los agentes de Policía sacando por la fuerza a las personas que allí moran. Pero, también sabe que está en juego más de un millón de euros, que son los que Fomento dio para restaurar la construcción. Si no se cumplen los plazos, el dinero desaparecerá y, con él, la posibilidad de crear una infraestructura de la que se puedan beneficiar no solo quienes disfrutan ahora de ella, sino todos y cada uno de los vecinos de A Coruña. Por ahora, Ferreiro y los suyos actúan con prudencia y esperan que los okupas sean conscientes del evidente beneficio que supondría para la ciudad la recuperación de la instalación. Sin embargo, el hecho de que las calles herculinas se hayan llenado con el mensaje “A Insumisa non se merca” hace pensar que, al final, Ferreiro tendrá que mojarse y decidir si quiere que todo siga igual u opta por desarrollar el proyecto que la Marea tiene para la ciudad. Veremos.