EL ya octogenario Beiras nunca ha sido la alegría de la huerta. A lo mejor cuando toca una sonata al piano conmueve al auditorio, pero en público siempre ha sido más bien un desabrido. Incluso el carácter se le ha agriado más desde que se rompió aquella agarimosa pareja de hecho –de hecho político, eh– que formaba con la comunista Yolanda “la Yoli” Díaz, que casi era una toygirl para él, y con la que concluía todas las comparecencias públicas con un bico. Después de unos días de lecer, ha regresado en plena forma y solo unas horas después de que Rajoy anunciase la aplicación del artículo 155 de la Constitución, empezó a galopar como un jinete del apocalipsis y denunció “un golpe de Estado” con el que se quiere “llevar al infierno” a la ciudadanía... A ver si se arregla con la Yoli.