PUES sí que se ha tomado en serio la Marea, nasía pa’ganá, –ya era hora de que se tomará algo en serio– su intento de abrirse camino en el sector inmobiliario. En unos días ha puesto en ridículo al novel especulador Ramón Espinar. Hasta por tres multiplica el dinero que destina a la rehabilitación de pisos en los presupuestos municipales, que además consideran una prioridad, como había anunciado Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, la compra de solares para construir viviendas sociales. No está mal que a la xente do común le dé ahora por la filantropía –a lo mejor hasta ya piensan en rebautizar la calle a la que acaban de imponer ese nombre y que pase a denominarse Marea Atlántica–, pero es de suponer que no se exigirá a los propietarios de los terrenos que los vendan por dos duros para que las viviendas no se encarezcan. Por si acaso no estará de más que el Gobierno local fuese explicando cuáles son su verdaderos planes. Más que nada para evitar sorpresas más adelante.