Una y otra vez, los expertos, aseguran que el avión es el método de transporte más seguro. Nos hablan de los controles, de que no se deja nada al azar y, por supuesto, uno se lo cree a pie juntillas, sobre todo si es de esa silenciosa mayoría a la que le impone bastante ir a casi 1.000 kilómetros por hora y a diez kilómetros de altura. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en la aeronáutica moderna y tampoco es cierto que se controle hasta el mínimo detalle de cada viaje como demuestra lo que le pasó a un avión de Eurowings que partió de Dusseldorf con destino a Cerdeña y que tuvo que volver al lugar de salida porque el aeropuerto italiano estaba cerrado a causa del coronavirus. Vamos que no hubo nadie que, por lo menos, hiciera una llamadita de comprobación.