El sexo cotidiano vale una pasta

El señor X era un francés –casi sería mejor llamarle monsieur X–, que trabajaba en una empresa ferroviaria. Durante un viaje de negocios conoció a una mujer con la que tuvo un encuentro sexual. En plena faena sufrió un infarto y falleció. Un tribunal ha dictaminado que a su familia –monsieur X estaba casado– le corresponde una indemnización, pues mantener sexo durante un viaje de trabajo es un accidente laboral. Además, el fallo remarca que las relaciones sexuales son “parte de la vida cotidiana”. El primer argumento ya canta un poco, pero el segundo... ¿cotidiano el sexo? Si uno es Julio Iglesias sí, pero si no...

El sexo cotidiano vale una pasta

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