El trabajo más fácil que le queda por hacer a Inés Rey

Lo del apoyo incondicional de los mareantes coruñeses a la aspirante a alcaldesa, Inés Rey, es una especie de regalo envenenado. Xulio Ferreiro, en su momento, aseguró que apoyarían un gobierno progresista. De este modo dio a entender que la candidata socialista tenía vía libre para ir trazando su plan de Gobierno. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Enseguida llegaron eso que llaman las bases de la formación para poner líneas rojas y que no es otra cosa que condicionar su apoyo a que se cumplan determinadas premisas, para ellos innegociables. Se trata de que no se pierda la esencia de su trabajo en estos últimos cuatro años al frente del Ayuntamiento, aunque haya muchos que consideren que en los últimos cuatro años no se dio un palo al agua en ningún despacho mareante. Quieren que se siga adelante con la Intermodal (sic), con la reforma del mercado de Santa Lucía o con la humanización de Alfonso Molina. Y, lo que es mejor, que no se dé marcha atrás en la política de transparencia que siguieron durante su mandato. Desde luego, Inés Rey lo tiene fácil para cumplir sus exigencias.

El trabajo más fácil que le queda por hacer a Inés Rey

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