Hoy sábado 13 de junio, Jorge Suárez será elegido Alcalde de Ferrol con el voto de 13 concejales pertenecientes a cinco formaciones políticas diferentes. A partir de mañana día 14, tendrá que decidir si subvencionará o no a la Semana Santa. Pero antes de tomar tal decisión, me gustaría que me explicase que significa eso de “la parte religiosa”, pues no alcanzo a discernir, a los efectos de la subvención pública, el verdadero significado de la expresión. La que sí parece haber entendido tal afirmación es Beatriz Sestayo, pues de forma pronta y diligente ya le ha manifestado públicamente a la Coordinadora de las Cofradías, su apoyo al mantenimiento de la subvención de 75.000 euros. Ya ven, una semana antes de empezar a gobernar los dos perdedores de las elecciones y ya han comenzado las discrepancias públicas en un tema principal de la ciudad. ¡Agárrense que habrá curvas! Los seis de EU-Anova-Podemos cometerían un gravísimo error político limitando o menoscabando el trabajo de las personas que trabajan por una Semana Santa Ferrolana cada vez más internacional. La parte religiosa apenas se verá resentida, pues ya en los años 40 del siglo pasado, con una situación económica mucho peor a la actual, fueron capaces de sacar sus tronos y procesiones por toda la ciudad. El cofrade seguirá saliendo y por supuesto la espiritualidad personal de cada uno seguirá siendo la misma con independencia de quien ocupe el sillón de la Alcaldía. Esta decisión no va a perjudicar a “la parte religiosa”, sino precisamente a todo aquello que “no es parte religiosa”. La proyección publicitaria de la ciudad, que cuesta sus cuartos, se verá limitada o eliminada. Va a afectar al turismo estacional relacionado con la Semana Santa; van a perjudicar a los hoteles de Ferrol, con ocupación máxima por dichas fechas; arruinarán a los establecimientos hosteleros, algunos de los cuales curiosamente están regentados por “rojos, rojísimos, votantes de ellos”; reducirán las ventas del pequeño comercio, y en definitiva, nuestra comarca verá reducidos sus ingresos externos por la ocurrencia sectaria de un grupo de seis presuntos ateos. Espero que el PSOE mantenga el sentido común y frene una decisión tremendamente errónea y poco meditada de la persona a la que han colocado como alcalde de “una parte de los ferrolanos”.