Todo un siglo

3650 días más los fines de febrero de los bisiestos correspondientes, 520 semanas y cuatro o cinco generaciones después el Racing de Ferrol alcanza el próximo sábado, cinco de octubre, el título de centenario. Ahí es nada.

Poco más de un tercio, treinta y cuatro, de los últimos cien años disfrutando de la división de plata del fútbol español, haciéndole, con el Eibar, el club decano de Segunda, de la que llegó a ser subcampeón de liga. Pero no solo eso, finalista de la Copa del Rey y tres veces campeón de Galicia cuando se estilaba ese torneo, permitiéndole lucir la Cruz de Santiago debajo del escudo.

También, hay episodios de mucho sufrimiento. En alguna ocasión, al borde de la desaparición, peligro disipado, afortunadamente. Hasta sufrió que la dictadura franquista le podara su nombre propio, Racing, hasta su restitución en 1972, pero no logró que se borrara de la mente de sus seguidores. Si acaso, solo en las actas arbitrales y los amordazados medios de comunicación de entonces.

Yo nací al Racing en la grada de Lateral B del campo del Inferniño, donde mi padre tenía abono de pie y de donde guardo recuerdos de tardes disfrutando del juego de Juan, Castro, Pascual, Amado o el entrañable Pepiño a quien el ovetense Uría le rompió los morros en un olvidable partido sufrido en Vetusta. También, pude desde allí admirar en competiciones oficiales a Asensi aún en el Elche, Santillana con su Santander o Sol en el Valencia, jugadores que marcaron una época en el fútbol español e internacional.

Pero solo del pasado no se vive. El tiempo pretérito hay que respetarlo, tenerlo en cuenta para mejorar y soportar su carga sobre los hombros para saber quién y qué somos para garantizar un futuro mejor.

Y en ese futuro hay que situar el objetivo de pisar un campo de Primera División en competición oficial. Es increíble que en una centuria no fuéramos quien de disfrutar de una temporada en el Olimpo del fútbol español. Si Eibar, Numancia, Extremadura, Pontevedra. o Compostela lo consiguieron, me pregunto por qué no lo logró el Racing. Algo se habrá hecho mal y analizarlo es una obligación del equipo directivo para poder corregir esta anomalía histórica.

Si el centenario es importante, es de aplaudir que el club inicie su andadura hacia el bicentenario con la puesta en marcha del equipo femenino y felicitarlo por su acercamiento al fútbol base local y comarcal que le ayudará, sin duda, a crecer su masa social. Feliz centenario, Racing.

ramonveloso@ramonveloso.com

Todo un siglo

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