POR Lugo aún hay un feixe de ciudadanos que no han sido capaces de cerrar la boca desde mayo. Fue tan sorprendente el resultado de las elecciones municipales que se les abrieron las fauces y desde entonces siguen así. También hay lucenses que exteriorizaron su asombro con los ojos y como platos los tienen todavía. Ambos grupos, numerosísimos, están formados por todos aquellos que siguen pasmados de que la socialista Lara Méndez, pupila favorita de José Ramón “O Garañón” Gómez Besteiro, haya recuncado como alcaldesa pese a lo mal, rematadamente mal, que lo hizo en el anterior mandato. Ella misma debe saberlo, pues ha iniciado este cuatrienio haciendo alguna cosita. Por ejemplo, ha desmontado la legión de gorrillas que actuaba en el aparcamiento del hospital. Buena iniciativa acabar con esas prácticas, pero que tendrá como consecuencia empobrecer un poco a la ciudad, pues los tipos se sacaban un sueldo superior al salario mínimo interprofesional. Manda chover n’Habana.