La comparación más penosa
POCO le ha durado a Xulio Ferreiro el gusto por la Gerencia de Turismo. El sábado por la noche asumió el puesto vía Twitter promocionando A Coruña como un destino ineludible para el próximo año y ayer mismo dimitió, como diría Jesús Gil, de forma ostentórea. Tal vez le haya podido la presión por la acumulación de cargos (alcalde, portavoz del Gobierno municipal y de jefe de la oficina presupuestaria, de transparencia, de seguridad ciudadana, de la asesoría jurídica y de política lingüística) o la polución de Madrid disminuyó su capacidad de razonar incluso puede que fuese la cercanía de la abuela Carmena, jueza como él del tercer turno –o sea, de los que no han hecho ninguna oposición– y a la que tantas noches rezó oraciones laicas antes de dormirse para que fuese su luz y su guía. El caso es que por un motivo o por otro, al mareante por antonomasia no se le ocurrió otra cosa que comparar el Puerto Exterior con el aeropuerto de Castellón. Ni el más acérrimo anticoruñés hubiese sido capaz de decir semejante majadería, porque, entre cosas, el aeródromo está acabado y no recibe un solo vuelo, mientras que los muelles de punta Langosteira, cuya construcción todavía no ha concluido, registran mucha actividad, cada vez más empresas se interesan por las instalaciones y ya se ha empezado a hablar de la necesidad de ampliarlas. O sea, que son dos gotas de agua... Así le han llovido las críticas que le han llovido y que descargaron agua y aparato eléctrico.
El peligro de entrar en un laberinto sin conocer la salida
XIAO Varela intentó salir del anonimato mareante a base de golpes de efecto. Recién prometido su cargo de concejal, se presentó a trabajar en el ayuntamiento vestido con bermudas; poco después paseó una bicicleta desde María Pita hasta la Autoridad Portuaria; posteriormente se empeñó en amenazar todos los días al Puerto con paralizar sus obras. Desde entonces Varela se fue difuminando, hasta el punto de que parecía que, al fin, había asumido su papel de simple figurante. Sin embargo, su alma rebelde le impide permanecer perdido en la niebla y ha protagonizado una reaparición estelar, reclamando a la Iglesia la devolución de 1.300 metros cuadrados de los que se apropió y que son propiedad del Concello. No hay por qué dudar de la palabra del concejal, pero conociendo la aversión mareante a todo lo que huela a incienso a ver cómo es capaz de sentarse a negociar con el Arzobispado, porque se arriesga a la conversión, a tomar los hábitos y dejar las bermudas.
La sentencia de Gengis Kan y el PSOE de Lugo
GENGIS Kan fue uno de los tíos más brutos que hubo en la Tierra. Pero como todos cuantos han nacido más allá de los Urales tenía un don especial para las sentencias. “El poder no se mide por los que tienes a tu lado, sino por los que te abandonan”, cuenta la historia que le comentó un día a uno de sus lugartenientes. José Ramón, “O Garañón”, Gómez Besteiro debería ir pensando en hasta dónde llega su poder, porque otro alcalde, el de Burela, Alfredo Llano, también se ha pasado al bando del regidor de Becerreá, Manuel Martínez...
Podemos ya tiene ministro de Justicia
SI el camarada general está llamado a ser el ministro de Defensa de Pablo Iglesias, aunque sea para mandar a soldados armados con fusiles de plástico, es de suponer que Pedro Yllanes Suárez sea el destinado a encargarse de la cartera de Justicia. Urdangarin & wife celebraron con champán francés el fichaje del juez por Podemos, pues iba a presidir el tribunal del caso “Nóos”. ¡De buena se han librado!
La coordinación de los aeropuertos ya es historia
EL todopoderoso Caballero, don Abel, le ha cogido gusto a pasear por la calle del Príncipe con el Magnum 45 colgado al cinto. Después de que la semana pasada se proclamase la ley a este lado del río Lagares (“Voy a acabar con la inseguridad en las ferias. Los delincuentes no van a tener respiro”), ayer se erigió en cronómetro humano de la política aeroportuaria gallega. “La hora de coordinar aeropuertos ya pasó”, afirmó el alcalde vigués. No sería mala cosa que organizase un concurso público a medida de Ennio Morricone, como ya hizo con Ryanair, para que componga un sintonía que lo mismo sirva como himno de Vigo que para amenizar sus paseos para presumir de revolver.
Adolfo Domínguez vende inmuebles para cambiar el color de las cuentas
EL rojo que ilumina los carteles que cuelgan de los escaparates de las tiendas de Adolfo Domínguez como reclamo en épocas de rebajas es el mismo que tiñe sus cuentas. Todas las medidas adoptadas hasta ahora por el costurero ourensano han sido inútiles, así que no le ha quedado más remedio que poner un anuncio similar a los que se publican en las páginas de breves de los periódicos: Se vende local comercial en el barcelonés paseo de Gracia. El precio, 16 millones, ya no es tan propio de la sección de clasificados de los diarios, salvo quizá el “Wall Street Journal” o el “Financial Times”.
El mal momento del bloqueiro Lores
MIGUEL Anxo Fernández Lores, único bloqueiro con mando en plaza en una de las siete grandes ciudades, Pontevedra, no gana para disgustos. Si recientemente la hiperactiva jueza Pilar de Lara ha puesto en duda su condición de espíritu purísimo del Beneguai al imputarle extraños manejos, como si fuese un vulgar munícipe pepero o sociata, ahora la perversa ENCE ha aumentado un 12% la producción de celulosa en Pontevedra. Está claro, pues, que hay que arrojar de la ría a la contaminante papelera, que a lo mejor así hasta se salva la vida a algunos arbolitos. Los poderes judicial y económico no perdonan a quienes todavía oyen campaniñas timbradoras a todas horas.
Los teloneros del derbi gallego
EL consomé prepara el estómago para el plato de fondo; la modorra es la antesala de la fase rem del sueño; la subida de las temperaturas en la primavera antecede a la llegada de los calores veraniegos; el crepúsculo alerta de la inminencia de la noche; el canto del gallo avisa de que amanece; el grupo musical poco experimentado entretiene al público hasta que llega la hora de las figuras... el partido Madrid-Barcelona empieza a las seis y cuatro de la tarde, el Deportivo-Celta, a las diez y cinco de la noche...