LA desgarradora confesión de Aramís Fuster –“No soy bruja ni predigo el futuro”– conmovió a millones de españoles, que se sintieron desamparados al enterarse de que su sanadora favorita era una caradura. A la bruja Lola se le ha perdido la pista. Adelina, la meiga gallega que purificaba el espíritu da Pujol, está desaparecida desde que pasó lo que pasó en Cataluña. Rappel y Octavio Aceves se van haciendo mayores... El esoterismo patrio está de capa caída. Solo queda Federico Trillo, quien en su momento proclamó: “Gurtel es un montaje de la Policía de Rubalcaba y la Fiscalía”. ¡Menudo tino!, el montaje ha dado hasta para que le vaya a caer encima una moción de censura a Rajoy. Como Coren no le regale unos pollitos para que haga un cursillo acelerado de leer entrañas, tiene mal futuro como brujo.