Los catalanes, que para esto son suyos y quieren funcionar como si fueran un país, también tienen su propio CIS. El de ellos se llama CEO (Centro de Estudios de Opinión) y, por los últimos resultados que ha ofrecido, no debe tener a un Tezanos tan experto en la cocina, ya que la gran mayoría de los catalanes no confían en que el Gobern vaya a solucionar sus problemas. Seguro que si llegan a profundizar un poco más en sus indagaciones podrían haber llegado a la conclusión de que la inmensa mayoría de los catalanes creen que el Gobern es su principal problema. De cualquier modo, seguro que Torra ni se ha inmutado al conocer estos datos, ya que, ahora mismo, él está en otra guerra, la de saber si se verá desplazado de la presidencia de la Generalitat por la tontería de no haber retirado aquella pancartita con lacitos amarillos. “Sí, desobedecí”, dijo en el juicio con altivez y chulería y, ahora, esa afirmación tan rotunda le puede costar el cargo. El caso es que, al final, su futuro, ahora mismo, está en manos de otro presidente, el del Parlament.