HABRA que darles algún tiempo más a los podemitas para que busquen alguna excusa mejor que la esgrimida hasta el momento, con la que puedan seguir sin condenar al régimen de Maduro y, de paso, el asalto al parlamento de Venezuela por parte de seguidores del presidente, candidato a golpista, que habla con pajaritos y vaquitas. Solo con ver la que montaron el día que uno de los de su casta sufrió un escrache para imaginarse la que montarían si fueran brutalmente agredidos y, además, en el interior del Congreso. Lo más probable es que callen, que hablen de la corrupción del PP o que sigan excluyendo a medios de comunicación que no les ríen las gracietas de sus ruedas de prensa. Al fin y al cabo, motivos para haber puesto el grito en el cielo por lo que sucede en Venezuela o en Irán ya los tuvieron y jamás lo hicieron. FOTO: Los diputados venezolanos Luis Stefanelli (i) y Jose Regnault | efe