Pep Guardiola, independentista catalán que en la intimidad familiar se hace llamar José, como si fuese un nacionalista español, es un tipo que impresiona. Impresiona por su aparato excretor, ya que, al parecer, orina colonia; impresiona por el buen fútbol que practican sus equipos, impresiona por las tonterías que dice e impresiona por su inmutabilidad cuando escucha parvadas. Por ejemplo, la que acaba de soltar Eto’o: “Fui yo el que hizo ganar al Barça, no Messi. Pep me debería pedir perdón”. Que no se ande con bromas el camerunés, que la República lo declara enemigo público en un volao.