LAS complicadas relaciones en el concello ferrolano hacen que todo se presente avalado por un informe. Las auditoras externas han encontrado en el municipio un nicho de empleo que ni se lo imaginaban. Hasta el secretario y el interventor redactan más memorándos que la oficina de fraude fiscal. El contagio de los dictámenes se ha extendido al vecindario, que cualquier asociación presenta un pormenorizado desmintiendo a otro, que a su vez desbarata lo que dice un tercero... y así hasta  saturar el mercado. El gobierno local va a dejar un archivo pletórico de folios o de lenguaje binario de informes, incluso los habrá sobre si deben pedir una auditoría para solicitar una auditoría.