Los cientos de miles de clientes bancarios con hipoteca que incluía una cláusula suelo no han encontrado aún una fórmula para recuperar su dinero. El Gobierno intenta mediar con una especie de código de buenas prácticas para agilizar el proceso. Sin embargo, no es fácil. Estamos en éstas, cuando sale a la luz una nueva lucha contra los bancos. Ahora hablamos de los gastos de formalizar una hipoteca. El asunto es antiguo, ya que el Supremo dijo en 2015 que quizás algunos gastos habría que compartirlos entre cliente y entidad. Después ha habido sentencias de distintos tribunales con resultados diversos. Parece que sí hay algo más o menos claro, es que los gastos del impuesto corresponden íntegramente al cliente y esta parte es nada más y nada menos que el 80-90% del gasto total.
Me da la impresión de que se está montando de nuevo un caso contra las entidades financieras. Y no es que yo desconozca que algunas han tejido productos invendibles a la mayoría de los clientes e incluso empleados. Pero esto no quita para que se observe un ensañamiento contra el colectivo. Está mal visto, si osas intentar explicar que cada uno es ciudadano libre para firmar lo que quiera y responsabilizarse después de lo pactado y firmado. Ya se extiende demasiado en el tiempo, la falta de información financiera como excusa para hacerse el sueco cuando vienen mal dadas. Vamos a ver cómo se acaba resolviendo el asunto de los gastos de formalización de una hipoteca, pero ya son demasiados casos. En algún momento, los españoles tendremos que aumentar nuestra cultura financiera. Hasta cuándo se va a invocar la ignorancia para que el Estado acabe pagando las inversiones de unos pocos si salen mal y algunos despachos forrándose, mientras esos pocos no dicen nada si las cosas van bien.