YA se sabía que Juan Carlos Monedero –¡qué gran apellido para quien sufre episodios de amnesia cuando le corresponde hacer frente a sus obligaciones con Hacienda!– no se había recuperado de la ruptura de la relación –del tipo que fuese– con la fashionista Carmen Lomana, pero no estuviese aún tan perjudicado por ese escarceo. En pleno Valle de los Caídos, casi a voz en gritó, expresó su indignación por el afán de acaparador de la derecha: Ya está bien de que la derecha se haya apropiado de la bandera, de la cruz, de España y de Belén Esteban, aunque a Belén Esteban se la pueden quedar”. Habrá qué consultar a la derecha trifálica, como dice la ministra de Justicia, pero no sería raro que siendo como es “la princesa del pueblo” estén encantados de regalársela enterita a los podemitas. “Sálvame” sería un éxito en la tele que pagan los ayatolas