Vuelve la entente cordial entre Ferrol y Narón, o eso parece. En principio, sus nuevos regidores y respectivos equipos de gobierno así lo han proclamado, haciendo de ello un objetivo primordial para favorecer a los ciudadanos de ambos lados del puente de As Cabras. La verdad es que para cualquier observador objetivo e imparcial, resulta de puro sentido común que dos municipios, separados únicamente por una frontera ideal, que juntos suponen una población de unos 110.000 habitantes, la tercera conurbación de Galicia, deben de entenderse y poner en común sus potencialidades, optimizar juntos sus recursos y compartir servicios que, por un lado abaratan su coste y, por otro, los hace más eficaces. Pues bien, esto que no fue posible con el anterior alcalde popular ferrolano, ahora se aparece como factible. ¿Qué ha cambiado? ¿el alcalde de Ferrol? Sí, en efecto, el alcalde y gobierno de Ferrol y también la vuelta del sentidiño.