EL comercio ferrolano se ha animado a entrar en la dinámica de abrir algún que otro festivo o domingo, principalmente en estas fechas de alto consumo. Un poco más de atractivo para los ciudadanos no estaría de más, sobre todo cuando hay vecinos que ya no solo se trasladan a la capital herculina a dejar sus euros, sino que existen otros que se los gastan en Madrid, aprovechando una visita a un familiar por aquello del puente. Siempre vendrán las quejas y lamentos cuando no se hace mucha caja y porque la apertura de unos pocos establecimientos no produce el mismo efecto llamada que si fuese la totalidad. Renovarse o cerrar es la máxima que pende sobre el sector servicios de la ciudad.