Constituida una nueva corporación municipal, comienza una etapa legislativa en Ferrol, entre un mar de dudas y esperanzas, la más rara de todas cuantas hemos tenido en la etapa democrática y confiemos en que resulte positiva. Llegado este momento y, a pesar de las afirmaciones hechas en campaña electoral que lo primero que iban a hacer al llegar al gobierno seria –y pongan aquí la actuación que les parezca– en realidad lo más urgente que van hacer es el reparto de responsabilidades -¿por qué siempre será que Urbanismo, Obras y Hacienda sean las más codiciadas?- y establecer las remuneraciones que percibirá cada uno de los miembros de la corporación. Como no hay tarifas establecidas, cada uno con el apoyo de los otros –porque también le afecta  a las suyas, aquí no suele haber discusiones– y pone lo que le parece aunque sea escandaloso (recordemos la rebaja que hubo que hacer en la legislatura de 2007). Repito lo que afirmé hace ahora cuatro años: a trabajar y con efectividad.