En medio de este diluvio de malas noticias con las que nos levantamos cada día, ayer se produjo una que podríamos considerar como excelente. El Gobierno selló por fin los acuerdos de transición justa con Endesa, Naturgy e Iberdrola para el mantenimiento del empleo en las centrales de As Pontes y Meirama, que serán cerradas en breve, como otras muchas centrales térmicas de carbón. Se trata de que estas comarcas, absolutamente dependientes de estas industrias, no se vean abocadas a la desaparición, ya que gran parte de su población depende de los empleos que generan las factorías. Ahora, por lo menos, se abre ante ellos un panorama menos sombrío. Esperemos que las promesas terminen fructificando y haya alternativas laborales.