A Rocío Fraga, en cuya hoja de méritos se define como “activista feminista y de diversos movimientos sociales”, le gusta tanto tuitear por la noche como no hacer nada que tenga que ver con las responsabilidades de su puesto en el Gobierno municipal: concejala de Igualdad y Diversidad –¡vaya nombrecito!, ¿alguien se puede imaginar un departamento de Impuestos y Evasiones?, pues eso–. Por una vez le dio por tuitear de día y lo hizo para arremeter con tra el PSOE por haber dado su apoyo a la aplicación a Cataluña del artículo 155 de la Constitución. Ojito los socialistas, que además es la jefa de la Policía Local y aún es capaz de ordenar a los agentes que carguen contra ellos. Eudoxia “Yoya” Neira, concejala del PSOE y ferviente defensora de que su partido entre en el Gobierno de la Marea, nasía pa’ganá, se sintió muy ofendida y, como también es muy activa en las redes sociales, le contestó con retranca que si eran auténticos demonios cómo habían aceptado su apoyo para sacar adelante las ordenanzas fiscales e incluso sugirió si no sería bueno romper el idilio de cara al presupuesto municipal. Fraga no volvió a darle a las teclas. Lógico.