Se está hablando mucho estos días de muros. Trump quiere aumentar en tamaño y número de efectivos que vigilan el que ya existe entre Estados Unidos y México. Pero, hay otros muros de los que muchos de los que han levantado su voz no hablan. Y están en nuestro país. Son muros vergonzosos que se han levantado con normas y legislación entre los propios territorios de España. Por ejemplo, con el castellano en Cataluña. O con la sanidad. Estos días se ha sabido que la Junta de Andalucía ha pedido a Hacienda que todas las comunidades se pongan de acuerdo a la hora de convocar la oferta pública de empleo para Sanidad y Educación. Andalucía cree que de esta forma se frenaría el efecto llamada, es decir se impediría que los interesados acudieran a las oposiciones de cualquier comunidad. Son miles de plazas que la Junta quiere que se las queden andaluces.
Precisamente, la presidenta de Andalucía fue la que más se quejó en la Conferencia de Presidentes de las políticas de Madrid, sobre todo en materia de impuestos. Díaz llegó a decir que Madrid era un paraíso fiscal. Negaba así a una comunidad a asumir responsabilidad en la toma de decisiones. Cifuentes no puede decidir, porque gestiona de forma más eficaz el gasto, bajar los impuestos. Sin embargo, Díaz sí puede, sí quiere, impedir que un madrileño se presente a unas oposiciones en Andalucía. Supongo que tampoco los andaluces podrían presentarse a oposiciones fuera de su tierra. En fin, lo que queda clara es la incoherencia y la endogamia que se gasta la aspirante a liderar el PSOE.