Con frecuencia, los militares españoles se quejan de los pocos medios que tienen. Tanto es así, que los pilotos de los cazas rara vez se ven en un simulacro en el que estén autorizados a probar un misil. Ya se sabe que esos artilugios, además de inteligentes y mortíferos son carísimos, así que cuando andan de prácticas juegan a que los disparan pero los mantienen bajo las alas, que no están las arcas del Estado como para andar derrochando. Por eso, habrá qué ver que le sucede al piloto de un Eurofighter español que andaba de prácticas por Estonia y que, por error, disparó accidentalmente uno de esos misiles. Por suerte, el arma no causó daño ya que fue lanzado en modo “autodestrucción”.