Más que destacada actuación ha sido la acometida ayer por agentes de las brigadas central, provincial y local de Extranjería con la detención de al menos diez personas de nacionalidad rumana supuestamente responsables de utilizar a niños para practicar la mendicidad. Máxime cuando de la procedencia de los efectivos policiales se deriva el hecho de que la red pueda tener una más amplia extensión que la meramente local. La explotación infantil es, entre las actividades delictivas, una de las que más sensibilidad social debe despertar. La utilización de menores con fines claramente lucrativos ha de encontrarse, como nuevamente ha demostrado la Policía, entre los principales objetivos a perseguir, al tiempo que hallar, a su vez, una clara respuesta por parte de los tribunales. Una sociedad libre y comprometida debe denunciar además cualquier indicio de estas prácticas.