Con el proceso de configuración estructural de En Marea a muchos nos pasa lo mismo que a un personaje de la película “La fiera de mi niña” que, desconcertado por Susan Vance –interpretada por Katharine Hepburn– decía “era imposible entender lo que pasaba mientras ella trataba de explicarlo”.
Es imposible entender que los integrantes de este partido, que no son unos aprendices, eligieran un candidato a la Xunta y ahora, unos meses después, los colegas de su propia lista no le otorguen la categoría de líder, ni le quieran como portavoz en el partido y Parlamento. Un lío que deberían explicar para no dar la imagen de que ahí dentro se libra una descarnada lucha por el poder con algún aspirante que trata de impedir la consolidación de Villares en el liderazgo del grupo.
Tampoco se entiende que esta joven formación, nacida para regenerar la política y dar voz a la gente maltratada por “la casta” que se presenta como una organización “plural, diversa y coral”, viva ensimismada mirándose al ombligo, con tantas tensiones internas que le restan tiempo para generar las líneas maestras de actuación que mejoren las políticas del PP
Muchos ciudadanos perciben que su permanente “periodo de reflexión” no le deja superar la adolescencia y le obliga a invertir más tiempo en resolver su caos interno que en fiscalizar al Gobierno y proponer un programa alternativo para solucionar los problemas de la gente de Galicia a cuyo servicio dicen estar.
¿Qué proyectos tienen para los sectores agrícola, pesquero, forestal y naval; para la política industrial, la creación de empleo y la retención de los jóvenes; para luchar contra el envejecimiento de población; para la sanidad, la educación y la asistencia social o la ordenación del territorio? Estos y otros son los grandes asuntos del país que esperan por sus luminosas ideas.
Que no presenten propuestas explica su escasa capacidad de convocatoria, tan solo 1.565 votantes para tres listas, una pobrísima representación. Por cierto, ¿qué diferencias habrá entre el “modelo de Galicia” de Máis Alá, Somos Quen y Queremos Participar?
Comparto con Javier Cercas que “es idiota estar con la nueva política sólo porque es nueva: hay que estarlo, si se está, porque es buena o mejor que la vieja”. Hasta ahora En Marea semeja ser una formación descolocada, con problemas internos que le impiden ver cuál es su función en la política gallega. A la que nada aporta, ni siquiera allí donde gobierna.