El choque de codos que se ha establecido como saludo oficial desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas, aparte de poco elegante, es nada recomendable. Por la sencilla razón de que impide mantener la distancia de seguridad. Exactamente lo mismo que sucede con el choque de pies, versión del anterior para jovenzuelos y modernillos, o el de puños –a quién se le ocurre–. La solución, según proponen los expertos, dado que se trata de adaptar las normas sociales a las medidas sanitarias y no al revés, es un saludo sin contacto físico, como el namasté. Respetuoso y espiritual. O cualquiera que empiece a circular por las redes sociales y acabe convertido en moda. Esperemos que los creadores de tendencias estén inspirados.