EN Galicia, afortunadamente sitio distinto, andamos colgados de la “Fariña”, pero polo mundo adiante, más cosmopolitas, siguen enganchados a Pablo Escobar. Su hijo, Juan Pablo Escobar, mucho más centrado que su padre, se ha metido en una buena precisamente por su capacidad de análisis. Con la mano derecha ha acariciado el lomo a Bardem y Pe asegurando que está convencido de que hicieron un gran trabajo en la película “Amando a Pablo, odiando a Escobar”, pero con la izquierda les ha propinado un golpe demoledor: “Compraron los derechos del libro equivocado”, pues esa historia no tiene credibilidad. Mala cosa.