Las intensas precipitaciones de ayer no fueron exclusivas de la comarca de Ferrol, como demuestran los numerosos problemas vividos en toda Galicia. Por una vez, no se puede achacar solo a la peculiaridad de la zona la imprevisión de las autoridades locales a la hora de limpiar y preparar las vías de desagüe para limitar en lo posible los numerosos inconvenientes que presentan tales situaciones. Caminos y vías intransitables, vehículos averiados y grandes retenciones en algunos puntos fueron los hechos más destacados, en los que por otro lado, salvo el perjuicio económico, no se produjeron daños personales.