ÁNGELA Rodríguez, alias Pam, es el mejor ejemplo de las relaciones fraternales que imperan en Podemos Galicia, puesto que al referirse a Carmen Santos, la vicaria de Pablo Iglesias na terra, le llama “la puta coja”. Pero ese no es su único mérito, pues Pam constituye también el mejor ejemplo de lo caro que resulta tener a una caradura sentada en el Congreso. Ella y otras dos habitantes de satélites morados, Teresa Jordá y Marta Sorlí, se fueron en marzo a Nueva York en teoría para asistir a una comisión de la ONU sobre la mujer y tuvieron que volver de manera precipitada para votar en el pleno sobre la huelga de la estiba. El apresurado viaje, con el cambio de billetes incluido, supuso un desembolso de 40.000 euros, que, por supuesto, no pagó ella, sino la Cámara Baja. ¿Es una desahogada o no? FOTO: ángela rodríguez | aec