cada vez que caen cuatro gotas de lluvia en A Coruña, los conductores de grúas se frotan las manos y llevan sus vehículos hacia la zona de la Tercera Ronda, muy cerca de Marineda City. Allí saben que, más bien pronto que tarde, tendrán chollo y del importante. Y es que ese viaducto acumula un número inusual de accidentes que unos achacan a un mal diseño de la vía, otros a las juntas de dilatación del puente y, los expertos (que, por supuesto, son los que más saben de esto) a los errores humanos. Como no podía ser de otro modo, el Ayuntamiento ya tomó cartas en el asunto y tras rebajar la velocidad, medida a la que nadie hizo caso, ha anunciado la pronta instalación de un radar, que, por supuesto, además de evitar accidentes dejará pingües beneficios en las arcas municipales.