POCO tiempo tuvo el futbolero Rajoy para lamentarse de la eliminación de España de la Eurocopa, porque de inmediato empezó el Tour –por cierto van dos etapas y Contador ya se ha caído dos veces, ¡qué raro!– y ya se sabe que el ciclismo es su otra pasión. Pero resulta que Rajoy es también político y que incluso aspira a recuncar como presidente del Gobierno, así que en el tiempo que le queda libre entre el final de una etapa y el inicio de la siguiente no le queda más remedio que dedicarse a diseñar la estrategia para formar ese Ejecutivo con el que sueña. Y da la impresión de que la cosa marcha; al menos, eso es lo que cabe pensar después de un fin de semana en el que ni él, ni Pedro “La sonrisa” Sánchez, ni Albert Rivera, el político antes conocido como Adolfo Suárez, se lanzaron un solo reproche. Los tres son conscientes de lo mucho que hay en juego.