LA abuela Carmena no pasará a la Historia por sus brillantes políticas económicas. Que se lo digan a los comerciantes del centro de Madrid, quienes por culpa del chiste de la alcaldesa de cerrar al tráfico esa zona han sufrido unas pérdidas del 70%. A su padre, que fue tendero, seguro que no le hubiese gustado mucho la medida de su hija, pero precisamente por su padre no hubiese protestado mucho, pero los que no tienen ningún parentesco con ella no dejan de mentar a sus ancestros.