TODOS SOMOS RESPONSABLES

Todos somos responsables de la actual crisis, tanto económica como de valores. Sí, desde luego, unos más que otros. Me llama la atención observar la perplejidad que demuestran muchos ciudadanos ante los casos de corrupción y enriquecimiento ilícito por parte de responsables políticos, financieros, empresariales etc., cuando siempre los hubo y lo peor de todo es que, la mayoría de nosotros, éramos conscientes y testigos mudos de estas situaciones injustas e insolidarias que nos llevaron a la lamentable situación actual.

Vivimos de espaldas a lo que pasaba en la vida pública, casi siempre nos quejábamos, tomándonos unas copas en el bar de la esquina, en la peluquería o en el mercadillo semanal. Pocas eran las personas que miraban más allá de su propio bienestar personal y familiar temerosas de perder su estatus social y económico en una sociedad demasiado permisiva con los poderosos y culpable con los más humildes. En muy poco tiempo pasamos del café para todos al café solo para los que se lo puedan pagar, independientemente de la forma de obtención de los rendimientos económicos.

Lógicamente este enfermizo culto al dinero, durante tantas décadas, trajo consigo un riesgo evidente para los pilares sobre los que se asienta la sociedad del bienestar. Ahora nos encontramos con cerca de seis millones de parados y, por primera vez en la historia reciente, con un mayor número de personas inactivas que ciudadanos que trabajan. Aprendamos entonces de los errores y seamos valientes para escribir, entre todos nosotros, el futuro.

 

TODOS SOMOS RESPONSABLES

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