La meta espera el día 28 de abril, quemando etapas en la semana de pasión y con un ojo en los juzgados mientras se pelea para ganar un puñado de votos. Un político británico dejó dicho que las elecciones son la venganza de la ciudadanía y la papeleta que se deja en la urna un puñal de papel.
Se vota con pasión y con rabia. El voto viene a ser la tarjeta roja que el personal agita delante de quienes le han defraudado o mentido.
¿Un ejemplo? Cuando desde la derecha montaraz te dicen que los migrantes, al colapsar la sanidad pública, son los culpables de todos los males que salen a la luz cuando son los recortes, la privatización y la corrupción lo que en opinión de los propios profesionales de la sanidad y los pacientes que han perdido la paciencia.
Y es que mientras Feijóo y sus palmeros nos insultan diciendo que esta es la mejor sanidad de tod Europa, las enfermeras se quejan de que en España cada enfermera tiene que cuidar de una media de doscientas personas sin poder garantizar la seguridad del enfermo y una buena asistencia.
Y esto es solo un ejemplo de lo que sucede a nuestro alrededor. Recientemente la presidenta del colectivo vasco de víctimas del terrorismo le ha pedido al actual líder del Partido Popular que nos le use en campaña, algo ya cotidiano en una derecha para la que todo vale.
Los ciudadanos exigimos de los partidos políticos que cumplan sus promesas, que sean fieles a su ideario y de forma especial a la izquierda que en sus mensajes nos habla de igualdad y fraternidad.
Y nos recuerda el diario “El País” que la deriva del partido socialdemócrata alemán, en caída libre duante los últimos años, vuelve a la carrera anunciando políticas distributivas, el incremento de las pensiones, la lucha contra la pobreza infantil, el impulso a la igualdad de oportunidades.
La receta de siempre del SPD alemán y que tiene mucho que ver con el mensaje ganador que en 1982 el PSOE presentó a la sociedad española en lo que se llamó la segunda transición.
Ese mensaje de izquierdas debe atraer a los partidos de la misma tendencia, contra la derecha más extrema que está llenando de barro el debate, algo que deben tener en cuenta Podemos, Izquierda Unida, el BNG, Anova y sus confluencias. Y es que si gana la derecha mandará el programa de Vox. Pero es otra historia.