La pseudepeletera Silvia Cameán, musa del sector pijo de la Marea, nasía pa’ganá, debe ser una colgada de Bricomanía. Cuando se funde una bombilla en casa, la cambia ella; el grifo que gotea, lo repara ella. No necesita un electricista, no necesita un fontanero; ella y sus ferramentas lo resuelven todo. Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, le regaló la renta social municipal, a la que añadió el subtítulo “Unha ferramenta para medrar”, y que suscitó aquella pregunta una y trina que nadie contestó: ¿Para medrar ella, para medrar la Marea, o para medrar los beneficiarios de la ayuda? Ahora ella, a veces rompe el dúo con el alcalde y ya actúa como solista, ha presentado el consejo local de salud, que ha definido como “unha ferramenta valiosa” y que velará por la alimentación sana, el ejercicio y el medio ambiente. Vamos, nada de hamburguesas ni pizzas, nada de sillón ball y nada de herbicidas tóxicos... A lo mejor sí que le hace falta llevar del ganchete a un fontanero –municipal, desde luego– armado con una llave inglesa para imponer por la fuerza esa vida saludable, libre de pesadas obesidades. FOTO: cameán, con su ferramenta para medrar | aec