LA nueva estructura municipal ferrolana ha echado a andar con críticas, como no podía ser de otra forma. Los hasta hace poco socios, ahora en la penumbra exterior, comienzan a ejercer de oposición a la luz pública y para iluminar a los vecinos han comenzado lamentando que el concello se haga cargo del alumbrado de Nadal. Con todo claridad, los socialistas vislumbran que las arcadas deberían llevarse a otros barrios, sin referirse a que ellos no lo hicieron el año pasado, tal vez por falta de visión de futuro. Ahora el asunto es negro para el PSOE, que quiere ser el faro del municipio y colocar lámparas y bombillas aquí y acullá para reflejar que está dispuesto a dar noches de paz, aunque sea con linternas.