ANDAN los obispos catalanes atareados con el sínodo estelado, en el que preparan una pastoral para solicitar la libertad de los presos políticos –redimir al cautivo es una obligación canónica– y el actor desde siempre conocido como Juanjo Puigcorbé no ha querido darles más chollo. El artista, que llegó a encarnar a don Juan de Borbón, ha descubierto que tiene un gen republicano y le ha dado por rebautizarse, pero lo ha hecho con discreción, sin organizar una multitudinaria ceremonia en la Sagrada Familia ni recurriendo a un prelado para que echase el agua por su cabeza. Ahora se hace llamar Joan Josep Puigcorbé y todo porque le avergüenza España. Ahora uno se explica por qué cuando era una estrella del cine rojigualdo lo llamaban solo para que actuase en las comedias.